En esta imagen patrimonial captada alrededor de los años 1910 – 1911 se puede apreciar a Tomás Burgos – al centro – acompañado de dos osorninos. Se trata del ingeniero Adolfo García y el agrimensor Sinforoso Rosas, a quienes contrató, para que hicieran el trazado de las calles y las 24 manzanas con sus sitios de la Villa Lo Burgos. Uno de los profesionales, sostiene en sus manos los planos, y junto a ellos, se aprecia a tres trabajadores, y un niño sobre un caballo. En la parte de atrás se puede ver un chamizo cubierto con hojas de chupón, el que era utilizado para guardar herramientas, cuerdas y estacas, empleadas en los trabajos de división de los terrenos.

Esta imagen corresponde al documento visual más antiguo que orienta a los orígenes de Purranque. El momento registrado en un ambiente selvático y agreste, tiene una data de más de cien años, reflejado en el color sepia de la fotografía.

Cincuenta años más tarde, en 1961, Don Vicente Montecino, ex alcalde y autor de la Historia de Purranque, se refirió sobre estos ciudadanos: “Cupo a ellos la titánica lucha por rozar y limpiar los quilantales y macales adonde quedaría ubicada la ciudad”.
En los comienzos del siglo XX, no fue tarea fácil crear y levantar una ciudad, cuya ventaja contemplaba la construcción de la línea del ferrocarril que uniría Osorno y Puerto Montt. Más adelante, vendría la implementación de la red de electrificación, el comercio y las comunicaciones. En concreto, la oficina de correos y telégrafos y central telefónica. Así también, la fundación de las primeras instituciones comunitarias para la población.
Don Sinforoso Rosas se radicó después en Purranque. Una hija suya, Herminda Rosas se casó con Esteban Ríos. Ambos fueron por muchos años activos integrantes del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja local. La fotografía de abajo fue cedida gentilmente por uno de sus nietos, Héctor (Tito) Ríos Rosas, también ex integrante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad.
VBS.