Harriet Pérez Schwenke, nació en Osorno el 8 de Marzo de 1928. Hija de Martín Pérez Stockenbrandt y de Margarita Schwenke Gimpel. Contrajo matrimonio con Osvaldo Nannig Winkler de cuya unión nacieron sus hijas Eliana y Kareen. La siguen el legado de nietos y bisnietos. 

Educadora de generaciones y, sin duda, figura emblemática en la historia del Colegio Alemán de Purranque. A sus 95 años conserva una memoria privilegiada, que ha entrenado con disciplina al paso del tiempo. Todavía recuerda los nombres de sus alumnos de la comunidad donde trabajó, y le tocó dirigir durante 38 años. Los tiene anotados en un cuaderno, por cursos y por años, en impecable caligrafía. Con conocimiento y propiedad, hace recuerdo de las entidades y circunstancias, que hicieron posible crear esta institución educativa. Su labor de maestra cofundadora y directora.

LOS ORÍGENES DEL COLEGIO ALEMÁN

Hacia fines de la década de los años 40 se crean las Sociedades Hospital Purranque, Cooperativa Agrícola, Club Aéreo y Club Purranque. En ellas, había un gran número de socios de ascendencia alemana. Al igual que profesionales con sus familias que llegaron desde otros lugares del país; deciden formar un colegio donde los niños debían aprender el idioma alemán. Concretamente, el móvil es la persona del doctor Juan Hepp, el que, a poco tiempo de establecerse en la ciudad, debió contratar una institutriz para sus hijos. Ella fue la señorita Elizabeth Lohrmann, quien después se encargó del Kindergarten, cuando se inició el colegio.

El propósito de construir un establecimiento se pone en práctica. Se llevan a cabo beneficios para adquirir un terreno. En el año 1955 se compró la propiedad, y en el año 1957 estaba listo el edificio, incluyendo el internado, para los alumnos que eran del campo.

COMIENZOS

“En un principio, funcionamos en calle O´Higgins en la casa de don Alberto Toirkens. Luego se arrendaron unas habitaciones en una casa contigua. Otras veces se tuvo que trabajar en la casona de calle Eleuterio Ramírez esquina 21 de Mayo donde había un club social”, hoy propiedad de don Sergio Barrientos.

“El colegio inició sus actividades el 13 de Marzo de 1950 con 11 alumnos. En el Kindergarten que estuvo a cargo de la Srta. Elizabeth Lohrmann, había 5 alumnos: Eduardo Fagalde, Eduardo Hoffmann, Horst Müller, Sonia Iturra y María Molina. En Primera Preparatoria había 6 alumnos: Vicente Montecino Billeke, Rubén Bórquez (nieto de Irineo Oyarzún), Klaus Müller, Martita Kürten, Alice Hepp y Waltraud Lessel. Yo era profesora y al mismo tiempo directora. Muchas veces tuve que hacer de todo. Me tocó impartir las asignaturas de castellano, matemáticas e incluso alemán. El idioma lo aprendí desde niña en casa de mis padres y en el Instituto Alemán de Osorno”.

“En el año 1952 llegó el primer profesor alemán. Este fue Ernst Heinrich que estuvo 5 años. El segundo fue Karl Henß y en el año 1962 llegó el profesor Friedrich Herbeck”.

LOS AÑOS DE ENSEÑANZA

Harriet Pérez se enorgullece de la labor cumplida durante tantos años en el establecimiento que vio nacer y ayudó a levantar. “Nosotros impartimos educación hasta la 5a. Preparatoria la mayor parte del tiempo y luego, hasta 6a. Preparatoria,  llegando a tener 70 alumnos durante mi período. Durante todo ese tiempo, la labor conjunta con el Instituto Alemán de Osorno fue exitosa. Gracias a la buena base del plan de estudio y del alemán que aprendían en Purranque, todos mis chicos aprobaron el ingreso al colegio de Osorno. Me siento satisfecha por la labor realizada y segura que mis alumnos llegaron a ser buenos padres de familia y profesionales. Tal vez cometí errores, pues hubo un tiempo que tenía que hacer de todo. Fui directora, profesora e incluso secretaria. Siempre estuve en paz y armonía con la gente. Fue una época tan linda, las fiestas, el Día de la Madre, Pascua de Resurrección, Navidad, las rifas de labores realizadas por las madres para ayudar al colegio. Era un ambiente familiar con paseos anuales. Hoy en día, entre mis ex alumnos hay grandes profesionales”.

Recuerda con gran afecto a sus colegas profesores que trabajaron un largo tiempo junto a ella: Elizabeth Lohrmann, Sr. Schünemann, Hildegard Keller, Irma Hardege, Irmtrud Riegel y Marlis Becker entre otros. También guarda gratos recuerdos de los integrantes del directorio, en especial de Eduardo Keim y Maite Schenkel. “Fueron colaborativos y buenas personas”.

En el año 1986, con motivo de su excelente labor educativa, Harriet Pérez es reconocida con la Medalla Carlos Anwandter de la Liga Chileno – Alemana. Esta condecoración se otorga a quienes han demostrado un compromiso ejemplar con la Comunidad Chileno – Alemana. El premio le fue entregado en la Asamblea Anual de esta institución.

«Trabajé hasta el año 1988 y di mi vida por el colegio. Treinta y ocho ininterrumpidos años, no se olvidan fácilmente».

“Tante Harriet” está en el recuerdo agradecido de generaciones de alumnos y amistades que la aprecian. La maestra dejó huellas y éstas se perciben en tantas cualidades positivas de hombres y mujeres que formó. Con esfuerzo, se hizo parte de la historia de una institución, y de una ciudad que ayudó a progresar.

La Ilustre Municipalidad de Purranque, en el marco de la celebración de los 112 año de la ciudad, la nombra Hija Ilustre, por su contribución en el desarrollo educativo y comunitario de los habitantes de la comuna.

VBS.