Del Telégrafo al WhatsApp: un viaje en el tiempo

En el Día del Patrimonio, recordamos el inicio de las comunicaciones en Chile. Para la ocasión, revelamos un documento que señala la llegada del telégrafo a Purranque.

El cartero pedaleaba veloz por las calles. Debía entregar un mensaje —breve y nítido— en alguna casa del barrio. Así recuerdo al telegrama:  precursor de los medios de comunicación. Y, sobre todo, un recurso necesario para la comunidad.    

Telégrafo eléctrico con sistema morse.

En primer lugar, debo referirme al progreso tecnológico que trajo el siglo XIX. La Revolución Industrial condujo a perfeccionar los canales para desarrollar el correo a nivel internacional. Se modernizó la imprenta y se inventó el telégrafo y el teléfono por cable. Estas dos invenciones impulsaron la instalación de los primeros cables transatlánticos, que unieron América con Europa. Paralelamente, la fotografía, el fonógrafo, la radio y el cinematógrafo de los hermanos Lumière fueron invenciones que sirvieron como base para ser desarrolladas más adelante. Todas ellas impulsaron las comunicaciones a nivel global.

En Chile, el 21 de junio de 1852 se instaló la primera línea de telégrafos, que conectó Valparaíso con Santiago, y se dictó la Ordenanza General de Correos. Por medio de esta, se organizan los dos servicios: el postal y telegráfico.

SIGLO XX

A través de la ley 3619, publicada el 31 de marzo de 1920, la Dirección General de Correos adquirió el nombre de Servicio de Correos, Telégrafos y Teléfonos.

En el Día del Patrimonio y con relación a Purranque, quiero enseñar un interesante documento de la correspondencia de mi abuelo Tomás Burgos. Se trata de un patrimonio histórico documental, que anuncia la instalación de una línea telegráfica para la villa. La carta tiene 102 años, y está fechada en Valdivia, el 26 de noviembre del año 1922.

Carta de Correos, Telégrafos y Teléfonos de Chile, enviada a Tomás Burgos, indicando que se han aceptados las condiciones para la instalación de la línea telegráfica en Purranque. Arriba a la izquierda, el sello de la empresa del Estado.

Al cotejar el tenor de esta carta con la Historia de Purranque de Vicente Montecino, dice: “Los primeros servicios públicos con que contó la naciente villa de Purranque fueron Correos y Telégrafos, que comenzaron a funcionar en el año 1923 en la misma estación de ferrocarriles, arrendando posteriormente una pieza a don Eustaquio Rosas en su propiedad en calle Pedro Montt. Su primer funcionario fue don Rafael Subiabre Vera”. Luego, el mismo texto expresa: “Tres años antes, en 1920, había llegado la línea telefónica, que estuvo a cargo, hasta muchos años después, por la señora Matilde Wulf de Oyarzún”.

Deducimos que Correos y Telégrafos comenzó a operar en Purranque al año siguiente de recibida esta carta, por decisión de la Dirección General en Santiago. Firma el escrito, el Sub Inspector Técnico de Valdivia, un funcionario de apellido Lillo. Cabe recordar que, en el año 1922, éramos parte de la provincia de Valdivia; aún no se creaba la provincia de Osorno, esta se concretó en el año 1940.

Sección de telegrafistas en una Oficina de Correos y Telégrafos , año 1955 aproximadamente.

EL TELÉGRAFO, UN BIEN SOCIAL

Desde la creación de la primera línea telegráfica —año 1852— que unió Valparaíso con Santiago, hasta más de la mitad del siglo XX; este medio de comunicación, llevó a cabo una enorme labor social en el territorio nacional. En todo ese tiempo, muy pocas familias tenían un teléfono en sus casas. Así fue como el telégrafo, permitió la transmisión de mensajes a distancia, a bajo costo, uniendo pueblos y ciudades.

Al redactar esta nota, vino a mi mente el amigo coterráneo Williams Uribe Rojas, que fue periodista y corresponsal de La Prensa y El Austral de Osorno. Desde niño, Williams conoció el telégrafo, ya que su madre, Alicia Rojas Muñoz, era telegrafista, en la oficina de Correos de Purranque.

¡Quién mejor que Williams que cuente su experiencia… pensé!  Me contacté por celular y, desde Santiago, me explica cómo se recibían los mensajes telegráficos: “Estos eran comunicados por una máquina, que iba perforando una cinta de papel en código Morse. Luego de leído el mensaje de la cinta, este se tecleaba en una máquina de escribir, quedando listo para ser repartido por el cartero”. “Por lo demás, nosotros vivíamos en el mismo edificio del Correo”.

“Mi madre jubiló en el año 1982. Ya que se puso término legal del Servicio de Correos y Telégrafos”. Ese mismo año, la empresa Correos de Chile dispone la constitución de Telex – Chile, un nuevo servicio de mensajería.

“Mi abuelo materno, Mauricio Rojas Jaramillo, llegó a Purranque desde Las Hortensias, un pueblito en la Región de La Araucanía. Fue Jefe de Estación y vivió muchos años frente a esa estación ferroviaria en calle Eleuterio Ramírez”.

Al finalizar la conversación con el amigo Williams, reflexionamos sobre la ciudad natal; sus instituciones y servicios. Aún están, pero ahora reformados. Al instante, nos maravillamos de la tecnología, del WhatsApp y del “Internet de las Cosas” IoT. Se dice que, en el futuro, las ciudades serán inteligentes. 

VBS.