La formación de las ciudades está directamente relacionada con el transporte, la producción y el comercio. Es más, el lugar estratégico, en donde los poblados se crean, viene a ser el principal motor de crecimiento.

La construcción del ferrocarril entre Osorno y Puerto Montt; iniciada en 1907 y terminada en 1913, posibilitó que surgieran nuevos núcleos urbanos en el trayecto de la vía férrea.
Pletórico en riquezas naturales y fértiles suelos, era el territorio de Purranquil, junto a los pioneros que lo trabajaron, para desarrollar esta parte del sur.
En el mes de abril, cuando celebramos el Aniversario 114 de la fundación. Creo apropiado enseñarles algunos membretes de antiguos impresos, que revelan, lo que era el comercio en la villa a principios del siglo XX.
Lo que dice la historia
En este contexto, no puedo pasar por alto, la Historia de Purranque del Ex Alcalde Vicente Montecino, que dice: “Ya desde los primeros días de su creación fueron muchos los que instalaron negocios, y fue precisamente la base primitiva de ellos la construcción del ferrocarril y de la estación, la que atrajo el comercio, pues había que abastecer a los centenares de obreros y sus numerosas familias”. Aquí, Montecino se refiere al campamento de trabajadores, llamado “Punta de Rieles”. Le nombraban así, ya que era el tope de la línea al sur que se construía y, a la vez, el centro de operaciones de los grupos de obreros. “Es por ello que la ciudad nació comercialmente en la esquina de Ramírez con Santo Domingo”, luego reafirma: “En este lugar cruzaba la línea el camino de Osorno a Puerto Montt, tránsito obligado de Norte a Sur y de Oriente a Occidente”. Hoy, aquí se encuentra el recinto de Comercial Climent.

En esta ubicación, la firma Schilling Hnos, tuvo un gran almacén con frutos del país y bodega de trigo. El establecimiento fue atendido por don Carlos Ziebrecht y, más tarde, por el señor Walterio Zimmermann; hasta que la familia Schilling vendió la propiedad a la CAP – Cooperativa Agrícola Purranque. Podemos agregar que, en esta misma área, se mencionan otras tiendas como las de Francisco Santibáñez y Cuniberto Winkler.
La feria de animales
La Feria Ganadera de Purranque, desde su creación – año 1919 – tuvo gran afluencia de agricultores locales, e incluso de compradores, provenientes de otras zonas. Es así como la feria abasteció al agro de más al norte, y a mataderos de Santiago. En los primeros años, los remates se hacían los días domingo, a fin de que, los afuerinos, pudieran llegar en tren; alojarse en un hotel y al otro día asistir a la feria. Por consiguiente, parte del ganado, viajaba al norte del país en los trenes de carga; dado que el recinto ferroviario contaba con embarcaderos y corrales para los animales.
Con el paso de los años, la feria tuvo diversos dueños: don Roberto Aránguiz, Piel Hermanos, Carabantes, Sabarots y Carlos Nannig. Este amplio predio estuvo situado en calle Arturo Prat, que después compró don Mario Coronado, donde instaló su mueblería, frente a la actual Plaza de las Esculturas.
Los hoteles y otras empresas
En cuanto a los hoteles, la villa tuvo entre los años 1911 y 1955, siete de estos establecimientos comerciales. En especial, creo interesante reproducir la descripción que hace Vicente Montecino del Hotel López: “Don Fernando López tenía un verdadero arsenal comercial, ya que su establecimiento contaba con los siguientes ramos: Hotel, almacén, peluquería, panadería, lechería, botica y cantina. Allí se reunían los caballeros para charlar y beber, porque no había Club Social y allí esperaban la llegada de los trenes, dejando sus caballos en pesebreras que tenía en el patio don Fernando”. Este hotel estuvo en calle Ramírez esquina de Pedro Montt, lugar actual de Cecinas Hinostroza.
En el mismo segmento, el historiador se refiere al más grande de todos: el hotel de don Emilio Hitschfeldt que tenía 40 habitaciones. Se ubicaba en O´Higgins con Martínez de Rosas; hoy esquina de la población Empart. En el texto resalta: “se distinguía por su comodidad y buena atención”. Lamentablemente, este hotel fue consumido por un incendio en el año 1916. Semejantes infortunios tuvieron otros hoteles, barracas, aserraderos y el primer molino a cilindros de los hermanos Schmidt. La mayor parte de estos desastres, ocurrieron antes que se creara el Cuerpo de Bomberos de la ciudad.



Numerosas han sido las actividades comerciales en estos 114 años. A lo que debemos agregar, una fábrica de limonada de los hermanos Busch de Río Negro. Los tres molinos: el de los hermanos Schmidt, David Martínez y de Eustaquio Rosas. La primera panadería que se instaló fue la de don Manuel Alvarado en el año 1912 frente a la plaza.

Los aserraderos de don Vicente Montecino Rosas, quien transportaba sus maderas en madero – carriles de su fundo San Carlos a la estación de trenes. Enrique Schmidt, Gustavo Amthauer, Benjamín Jacob y Eustaquio Rosas también trabajaron este rubro industrial. Además, agregamos la maestranza de don Juan Kürten que se abrió en el año 1924, y la primera planta eléctrica de la ciudad en el sector de la Turbina. Esta comenzó a funcionar en el año 1923 y fue propiedad de don Enrique Schmidt. No podemos olvidar la Fábrica de Linos creada en 1937.
Al finalizar este breve historial, podemos sostener que: el transporte y el comercio, predominantemente agrícola, en los años de la incipiente Villa Lo Burgos; atendieron en gran medida las necesidades de la población. Las ciudades crecen y experimentan transformaciones. El desempeño de cada ciudadano que la habita, y la visión de sus autoridades que la gobiernan, son fundamentales para el desarrollo de la colectividad local. De ahí que, nuestro Escudo de Armas, lleva como lema: “Esfuerzo y Unión en el Trabajo”. Consigna que debemos valorar con respeto, compromiso y sentido de pertenencia.
VBS.

