
Nació en Narbona, Francia en el año 256, se educó en Milán; luego sirvió como oficial superior de la guardia del emperador romano Diocleciano; sin embargo, por no participar de los sacrificios idolátricos y declararse cristiano, padeció doble martirio. La primera vez fue asaetado, allí sobrevivió, y la segunda vez fue azotado hasta morir.
La devoción a San Sebastián se remonta con la llegada de los españoles a Chile, la que rápidamente se extiende en ciudades de la zona central. De ahí que a partir del año 1663 se honra al Santo en la ciudad de Yumbel. Sin embargo, encontramos antecedentes en la historia de nuestra provincia, la cual dice que años antes, el 20 de enero del año 1600, los habitantes de la antigua Osorno celebraban la festividad del mártir. Ese atardecer, la ciudad es incendiada por los aborígenes, y después de cuatro años de sitio, sus moradores se vieron obligados a huir y refugiarse en Chiloé.
En la Historia de Purranque de Vicente Montecino, se hace referencia al origen osornino de veneración al Santo y, al asociar el Camino Real con el éxodo de los sobrevivientes:
“Al consignar este hecho de la despoblación de Osorno y huida por el “Camino Real”, lo hacemos por dos motivos, primero porque el camino pasaba por “el paraje” (distrito) nuestro y la ubicación de la futura ciudad no fue considerada sino hasta principios de este siglo, quedando tan cerca. Segundo porque uno de los motivos por el cual lleva el patrono de la ciudad el nombre de San Sebastián es en memoria de las víctimas de la trágica hecatombe osornina y de los que pasaron penurias en el sitio de cuatro años y la huida al Sur, entre los cuales se encontraban religiosos y monjas”.

Debieron de pasar 190 años para que las nuevas generaciones regresaran al lugar de sus antepasados. Con la repoblación de Osorno a partir del año 1792 se restaura la devoción y el apostolado del mártir; la fe en Cristo.
El transcurso del tiempo mantuvo el fervor religioso entre los descendientes que se asentaron en los campos y villorrios de la zona. A comienzos del Siglo XX se une a los orígenes de Purranque colocándose la primera piedra de la capilla en honor a San Sebastián el 5 de mayo de 1922. Es bendecida solemnemente el 23 de diciembre de 1927 y, posteriormente, en 1949 se crea la parroquia y se consagra oficialmente al Santo como Patrono de la ciudad.


Fue así como la devoción a San Sebastián viene del pasado de Osorno para quedarse entre nosotros. Ha sido un misterio de la fe, y los habitantes de Purranque reciben este legado.
La Primera imagen de San Sebastián fue donada por la señora Tegualda Durán de Rosas. Lamentablemente la imagen fue destruida por un temblor muy violento que provocó su caída. Ésta fue restituida por don Manuel Cerro Espinoza, en cumplimiento de una manda por la sanación de su esposa Amanda Zalazar después de una grave enfermedad, según relata su hija Luisa.
Historia de Osorno, de Víctor Sánchez A, Historia de Purranque, Vicente Montecino S, Boletín Ilustre Municipalidad de Purranque, Edit. Universitaria año 1987. Sra. Luisa Cerro Zalazar.
VBS.